martedì, marzo 13, 2007

Algunas de mis manias



1. Maquillarme en el auto. Sí, lo admito. Es un hábito molesto y peligroso para los demás. Sobre todo cuando soy yo la que maneja. Pero es inevitable. Largas esperas, semáforos, tráfico ¡Todo ese tiempo disponible y desperdiciado sin hacer nada útil! Entonces empieza. Abro el espejito del conductor. Un poco de tapa ojeras aquí disimuladamente, mientras nadie me ve. Oh oh, qué veo… se me corrió el delineador! A ver, si pongo primera y avanzo despaciiito. ¡Bue.. ya va! ¡Qué impaciente el señor! ¿Ves? Si igual el semáforo ya cambió a rojo... Ahora termino con el delineador tratando de no sacarme el tapa ojeras mientras me estiro el ojo. En fin, más o menos. Sigamos. ¿Pero me puse o no me puse perfume hoy? A ver si lo encuentro en la carter… ¡Bue, ya va, che! ¿Pero por qué en una cartera de 40 x 30 cm. uno nunca encuentra nada? ¡Ah… aquí había terminado el cosito negro para el pelo que estoy buscando desde hace tres días!. Mmm bien, por las dudas me pongo más perfume. Mejor que me huelan en tres cuadras a la redonda que que crean que no me bañé.

2. Siempre creo que es mi celular el que suena. Incluso ahora, con la contaminación ambiental de musiquitas, risas y sonidos personalizados, y la cantidad anormal de celulares que circulan por el mundo, siempre que escucho un bip me atormenta la duda. ¿Tengo un mensaje? ¿Cómo es que no sonó? ¿Es tu celular o el MIO?

3. Limarme las uñas cada media hora. Otra vez. Es la obsesión de no desperdiciar esos raros valiosos minutos libres y zácate. Desenvaino la lima en colectivos, colas del super, durante el partido o cualquier ocasión que me lo permita, pública o privada, corriendo el riesgo de pasar por loca. Excéntrica suena mejor, pero así llaman a los locos que tienen dinero. Como yo no tengo un mango, me quedo en loca nomás.

4. Comer pocket coffees hasta el punto de llegar a nosecuántos cafés diarios. Pero son irresistibles. ¿Mencioné que soy semi-adicta a la cafeína? ¿Unica droga legal... todavía? Además del Valium posiblemente...

5. Empezar varios libros a la vez. Luego termina en que tardo un año para terminarlos a todos, pero mientras tanto me confundo y medio me olvido del argumento de uno o lo mezclo con el otro. Un gran quilombo. También soy culpable de sobredosis de medios de comunicación. Por ejemplo prender la tele para no mirarla en absoluto, mientras al mismo tiempo en vez leo una revista. De todos modos no soy capaz de apagar la tele por las dudas me pierda algo. Mmmm dijimos que el valium era todavía legal??

2 commenti:

Vivianuchi ha detto...

Mmmm me suena familiar.... también la historia de estacionar y luego perder el auto en algún estacionamiento de Los Angeles por hablar al pedo y no fijarse en detalles. Ni hablar de las veces que me vengo perdiendo en Ragusa. No tienen una calle derecha! Tengo que escribir acerca de eso!

Anonimo ha detto...

Yo doy fe de que las leyes de la física no se aplican en Sicilia. No se puede creer cómo en callecitas del ancho de un palier de edificio del Once pasen autos en doble mano y encima haya una hilera de autos estacionados!!! Es físicamente imposible!!! Los tanos andan por esas callejuelas de Ragusa como si fuera la General Paz!